Las subastas existen desde hace siglos, puesto que es un lugar de encuentro ideal entre vendedores y compradores. El principio de las subastas es hoy en día el mejor medio para determinar el justo valor de objetos raros. Son muchas las casas de subastas que no cesan de perfeccionar las ventas a través de pujas. Gracias a las innovaciones aportadas por la difusión de las ventas en Internet y las órdenes de compra online en tiempo real, es posible hacer una puja desde cualquier parte del mundo.

Autor: stux-Pixabay

¿Quién puede asistir a una subasta?

El acceso a las subastas es gratuito y abierto al público, sin obligación de tener que subastar. La mayoría se desarrollan por el día, pero las ventas de la tarde son accesibles con reserva. También se pueden seguir las subastas online.

¿Quiénes son los martilleros?

Los martilleros de una subasta dirigen las ventas y son profesionales cuya experiencia suele superar los 10 años. En un primer tiempo, describen brevemente el lote, y luego comienzan la subasta por un precio inferior al precio de reserva. Los martilleros tienen en cuenta a todos los que pujan, estén presentes o no en la sala, o participen por teléfono. Igualmente pueden se puede pujar a través de la cuenta de compradores ausentes. Los martilleros, cuya autoridad es incontestable, adjudican el lote al mejor postor y lo declara adjudicado y por tanto vendido.

¿Cómo funcionan las subastas?

A partir de la primera subasta, el martillero registra cualquier oferta superior, y adjudica el lote al último que puja. Si el precio de reserva no ha sido alcanzado, el lote no se vende.

La organización de una subasta

La mayoría de las ventas van referidas a obras de arte, antigüedades, artes decorativas, libros, manuscritos, joyas e incluso vinos. Normalmente las casas de subasta organizan ventas de objetos raros e insólitos y de gran valor. Igualmente pueden dispersar todos los bienes muebles de una casa histórica o el conjunto de una colección célebre.

Las casas de subastas guían y aconsejan a los que pujan para vivir una experiencia de compra sencilla y eficaz. Normalmente disponen de equipos que están a disposición de los pujadores y pueden dar consejos sobre la elección de las obras, informar sobre las modalidades de subasta, y ofrecer opciones de transporte mejor adaptadas a cada necesidad. Así pues, es sencillo participar, y todo un aliciente para compradores compulsivos.