Dificultades para subir la escalera, las alternativas
Las escaleras se suben, se bajan, sin pensar en el día en que será necesario plantearse una alternativa. Por razón del envejecimiento de la población, la accesibilidad y la instalación de salvaescaleras se ha convertido en una prioridad, especialmente si se pretende vivir en casa el mayor tiempo posible con total seguridad a la hora de subir de piso. Más información en: salvaescaleras en madrid

El problema de la movilidad
A partir de los 65 años, el cansancio, el estado físico, o simplemente el confort pueden llevar a plantearse la posibilidad de la instalación de un salvaescaleras. Las escaleras que anteriormente se subían con toda la agilidad, ahora se han convertido en una auténtica proeza y en una carrera de obstáculos que hay que superar día tras día.
En este contexto, muchos arquitectos pretenden organizar la casa dándole la vuelta al plano. Se trata de colocar en el primer piso la cocina, el salón, el dormitorio, y el cuarto de baño. Sin embargo, el hábitat no siempre se presta para ello, sobre todo si se trata de una casa vieja, normalmente estrecha y con altura, y donde la transformación conlleva demasiados gastos y reestructuraciones casi imposibles.
Es en este momento cuando hay que plantearse seriamente la instalación de un salvaescaleras o de un ascensor privado.
El salvaescaleras, la correcta alternativa
Formado principalmente de un sillón y de un rail, el salvaescaleras eléctrico funciona gracias a un botón de mando colocado en el reposabrazos. El sillón se desplaza a lo largo del rail para subir o bajar en altura. Los mandos situados arriba y abajo permiten llamar y enviar el aparato. Cuando su instalación es posible, este equipamiento requiere la intervención de un profesional durante 1 ó 2 días.
El profesional verifica que la construcción soporta el peso del aparato, fija un raíl de circulación a la pared, antes de acoplar el sillón o la plataforma. Hay dos tipos de salvaescaleras, las sillas salvaescaleras que pueden ir equipadas con un cinturón de seguridad, y las plataformas que son más prácticas para una persona que utiliza silla de ruedas. También es posible integrar un cortacircuitos y sensores en caso de obstáculo.
Instalar un salvaescaleras puede costar de 2.500 a 5.000 € para una escalera recta, y de 4.000 a 10.000 € para una escalera con curvas. Para un salvaescaleras con asiento plegable, la anchura de la escalera no debe ser inferior a 90 cm, mientras que una plataforma elevadora, que se adapta a todos los modelos de sillas de ruedas, requiere al menos 2 metros.

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